En Capilla

Hoy estamos como los toreros antes de entrar a torear, "en Capilla" -dice Carlos, que es el entendido en toros-.
Nos hemos levantado a las 07:00 y hemos comprobado, pasmados, que no ha dejado de llover en toda la noche (ayer cruzamos unas palabras con el camarero del Sabina y nos comentó que casi no había llovido, excepto 2 días en Julio, en todo el verano... ¡vaya! ¡y ha tenido que ser ahora!. "Es una putada - nos dice- pero muy necesario". Pues sí, asi que... ¡resignación!

Así se presentaba el panorama para bajar a Saint Jean Pied de Port. ¡ah! una ardilla cruzó por la carretera

Hemos bajado a Saint Jean Pied de Port, a 25 km. de Roncesvalles. Antes, cuando no existían coches ni trenes ni aviones... ni bicis, todo el mundo iba andando y todo aquel que venía de lejanas tierras confluía en este pueblo para iniciar el camino -de ahí lo del "camino francés"- hasta llegar a ver al apostol Santiago.
Es un pueblo encantador, de estilo medieval, de esos que tanto me gustan a mi, amurallado y empedrado. ¡lástima no haber tenido más tiempo para visitarlo. Casi una hora se tarda, en coche, en llegar (en bici
hubiera sido demasiado).
Hoy más que CyC parecemos ZyZ

Zipi

y Zape

Seguro que algunos de los que leais esto reconoce las camisetas... ¿no? ajajajaja. Aprovechamos para mandar un saludo a los compañeros de Carlos (ya me ha dicho que muchos de vosotros aestais atentos al blog). Yo, en particular, mando un abrazo a Paco y Junior, que os conozco personalmente; a Antonio (el 922, me indica Carlos), a Nico, a Emiliano, a Manolo, a Gloria, Maite y Yoli -que os conozco por oídas.
Carlos dice que menos mal que se ha librado de vosotros por un tiempo, ¡qué malo es! ajajajajaja.
Luego, al ir subiendo para dirigirnos hacia Pamplona hemos visto en los bicigrinos que subían las muestras de lo duro de esta etapa.
A comer a Pamplona (¡divinos los pintxos!) para luego dejar la fugo que alquilamos para traer las gordas. Antes de zampar hemos estado en la Plaza de Toros, Estafeta, Mercaderes, Santo Domingo, recorriendo el camino del encierro de los San Fermines.



el mozo



la moza

No ha parado de llover, salvo el rato de la comida. Tras ésta, y a pesar de la copiosa lluvia, hemos andado por el paseo Heminway, donde casi nos aporrean las castañas que caen, traicioneras, desde los árboles.
Un taxi nos ha devuelto a tiempo de escuchar la misa de peregrinos que dan a diario en la Iglesia a las siete de la tarde. También tenemos el primer sello ¡qué emoción!
Hemos cenado y ahora estamos intentando asimilar lo que nos espera mañana. A ver si con un poco de suerte, al menos, no llueve, porque sigue y sigue cayendo.
Etapa planeada: Roncesvalles a Cizur menor. 51 kilómetros, dos puertos... ¡madre mía!
Entre ayer y hoy hemos recorrido demasiadas veces la etapa que nos espera mañana y mi único pensamiento es "¿qué hago yo aquí? no voy a poder".
En cualquier caso estamos deseando comenzar y empezar a notar el espíritu peregrino.