Recorrido: Burgos-Frómista
Kilómetros: 74,100 (los 3 que no hicimos ayer + 1 y pico de I.V.A + 2 que no sé de dónde salen, jaja)
Tiempo dando pedales: 5 horas 42 minutos
Hemos empezado a dar pedales a las 09:00 y poco, pero, no sé qué pasa en las grandes ciudades, nos perdemos. A parte de eso yo necesitaba un bar urgente: primero, para usar el baño; segundo, hacía un frío importante y la menta-poleo que he tomado me ha calentado, y reconfortado, bastante.
Hemos llegado a la Catedral justo 1 hora después y estábamos apostados al lado de un peregrino -que tampoco nos ha saludado, ajajajajajaja (es broma, es una estatua de un peregrino sentado en un banco, posiblemente, el más fotografiado del lugar -o al menos tanto como la Catedral), llenando los bidones de agua, cuando se nos ha acercado un hombre montado en bici "perdonad que os moleste, es que como he visto que sois una pareja, me gustaría saber algunos detalles, puesto que yo quiero hacerlo con mi mujer, pero ella..." -se presenta, y estamos charlando con él un buen rato. A cambio de nuestra información él nos dice cómo salir de Burgos de forma sencilla: "seguid por el carril bici el curso del río".
Unos 11 kilómetros y casi una hora más tarde paramos en Tardajos, para deshacernos de la manga larga. Cuál ha sido nuestra sorpresa cuando se nos ha acercado una pareja, "ajajajajajaja, el de Burgos, que ha traído a su mujer para que la convenza de hacer el Camino" -pienso. Nos quedamos un rato charlando. Resulta que él es oriundo de este pueblo. Ella nos recomienda el pan de aquí y las tortas de aceite de una panadería que es famosa en la comarca (y que nosotros anotamos en nuestra agenda de "Cosas Pendientes").
en Tardajos |
esta parcela blanca rompe la monotonía |
El paisaje predominante en el día de hoy |
Nos acompañan unos dos kilómetros hasta Rabé de la Calzada, mientras vamos charlando por parejas: él con Carlos; yo con ella, explicándole acerca de preparativos y sensaciones, y algunos consejillos importantes para mujeres. "Nosotros aquí nos damos la vuelta. ¡cuidado con la bajada a Hornillos!" -se despiden de nosotros y nosotros de ellos: "Animaos a hacerlo, merece la pena".
Unos 7 kilómetros más tarde nos enfrentábamos a esta peligrosa bajada. Eran las 12:30 y coincidimos con numerosos peregrinos a pie y también en bici. ¿Qué ocurre?
1.- pues que prácticamente te das de bruces con el empinado camino, el cual está dividido en dos zonas: una a la izquierda, malísima, cubierta por piedras muy grandes que se mueven mucho; otra menos mala - que no buena- a la derecha por donde, lógicamente, intenta bajar todo el mundo. Tú vas lanzado con la bici y no puedes frenar porque derrapas -aparte las alforjas, que cuando vas así lanzado parece que tienen más prisa que tú por llegar abajo.
2.- Carlos baja "sin problemas" pero yo topo con un cafre, maleducado y refunfuñón, que en principio no se aparta. Tengo que sacar como puedo la cala del pedal automático y me quedo petrificada cuando miro a la izquierda y veo cómo bajan unos bicigrinos (o ciclistas -creo que a veces los peregrinos olvidamos que estos caminos también pueden ser utilizados por aficionados a la BTT) por el lado menos bueno -aún sin alforjas y más experimentados es espeluznante-. Yo ni siquiera soy capaz de bajar de la bici.
3.- En ese momento el susodicho señor se aparta, pero yo ya en pendiente y aterrada no puedo iniciar de nuevo el descenso, "pues si no bajas nos volvemos a nuestro sitio, no vamos a ir por el mal sitio para que tú encima no bajes" y, como no tengo ganas precisamente de discutir en ese momento (si no de llorar) le digo que sí, que muchas gracias y que no se preocupen por mí y bajen, que yo ahora mismo ni siquiera puedo moverme.
4.- "¿are you ok ?" -me pregunta una señora que bajaba detrás mio, uff... "I have fear" -"tengo miedo" le quise decir, aunque en realidad creo que le dije que tenía fuego "fire" ajajajajajajaja. Es igual porque ella me entiende y me dice que esté tranquila, le dije que sí que cogería aire y en cuanto pudiera bajarme de la bici y tranquilizarme un poco, continuaría... andando claro "thank you, buen camino", "bu-en caminou".
5.- Carlos me mira preocupado y yo muevo la cabeza, expresándole mi incapacidad de movimiento. Me hace un gesto de que si viene por mi, pero le digo que no, que voy para abajo. Así que consigo bajarme y con mucho cuidado (con mucho miedo también, pero decidida) mantengo apretados los frenos de la gordita y bajamos las dos, despacito.
6.- Una vez abajo y ya tranquila del todo, comentamos la jugada: resulta que a él también le obstaculizó un poco este simpático y agradable peregrino, pero se apartó a regañadientes y que luego, cuando le sobrepasó porque Carlos estaba parado esperándome, le miró con cara de bulldog y de querer escupir: "¿para esto me pides paso?", Carlos simplemente le deseó "Buen Camino", calibrando si merecía la pena una discusión. Bajo ningún concepto, no la merece.
Bajada a Hornillos, que me hubiera gustado poder fotografiar desde arriba. |
No debemos olvidar nunca qué es lo que estamos haciendo, dónde vamos y por qué estamos aquí. Entre tanta gente es normal encontrar de todo. Hay que tener paciencia y tomar las cosas como te vengan.
Continuamos unos 11 kilómetros más, hasta Hontanas. Y como ya es buena hora para comer, lo hacemos. A buen precio: dos buenos bocatas, 4 cervezas, 2 cafés. 14€. Una camarera simpática, amable y muy atareada. Es un bar-restaurante a la entrada, Fuente Estrella, al lado de la fuente (que, aunque han puesto una raya roja sobre el cartel indicando que no se pronuncian sobre la potabilidad de ella, es buena y fresca -baja de un manantial-).
Arroyo San Bol |
Hontanas |
llenando los bidones, doy fe que el agua es buena |
Yo me hubiera echado también una siestecita |
Tras llenarnos la panza, continuamos. La bajada por camino hasta San Antón es rápida, pero por un camino muy, muy estrecho -si a esa hora hubiera habido gente caminando, habríamos tenido un problema-. Era cerca de las cuatro de la tarde y únicamente transitado por nosotros.
A los clérigos del monasterio de San Antón se les tenía por curanderos milagrosos, con capacidad de terminar con infecciones y males con el simple toque de su báculo, en forma de tau, en el cuerpo del enfermo. Lejos de las poblaciones curaban a los enfermos, por ejemplo, de una especie de lepra provocada por el cornezuelo del centeno. Epidemia conocida como "el fuego de San Antón" que arrasó Europa durante los siglos X y XI.
Una vez hemos llegado a Castrojeriz se nos ha planteado un dilema: Subir el Alto de Mostelares o continuar por carretera. "¿tú tienes ganas de empujar la bici?" -me pregunta Carlos (que tiene muy reciente lo del Alto de la Pedraja, jajajajajaja) un "NO" tajante sale de mi garganta, para alivio de ambos.
Continuamos por carretera.
Castrojeriz es una villa monumental de orígenes celtibéricos, con huellas romanas, herencia visigoda, arte cristiano y mudéjar, ambiente medieval y vinculación hospitalaria hacia la peregrinación compostelana. En la salida de la villa comienza la popular cuesta de Mostelares, puerta geográfica de la provincia de Palencia y su Tierra de Campos.
Una vez más la suerte se ha puesto de nuestra parte: en la comida a Carlos se le ocurrió llamar para reservar en el hostal de Frómista, que gestionan también un albergue, ambos completos. Y aquí es donde la diosa Fortuna nos echa un cable: "Os puedo dar el teléfono de... bueno... tengo una casita, que os puedo alquilar por 60€" -le propone la dueña, cuando Carlos le dice que somos un matrimonio.
Seis y media de la tarde cuando llegamos. La casa nos viene fenomenal, a parte de un saloncito, cocina y dos habitaciones, tiene lavadora y tiene patio... ¡un lujo!.
No subir al Alto de Mostelares nos ha supuesto que ahora tenemos pendiente la ruta del Canal de Castilla, pero en ese momento nos pareció una decisión acertada. Si hubiésemos subido por el camino no habríamos tenido tiempo de hacer la colada, asear a las gorditas...
Hemos salido para cenar como a eso de las ocho y media. Hoy ni cañita ni nada antes, que nos ha dicho la señora que cierran las cocinas sobre las nueve.
Las ruinas de San Antón |
A los clérigos del monasterio de San Antón se les tenía por curanderos milagrosos, con capacidad de terminar con infecciones y males con el simple toque de su báculo, en forma de tau, en el cuerpo del enfermo. Lejos de las poblaciones curaban a los enfermos, por ejemplo, de una especie de lepra provocada por el cornezuelo del centeno. Epidemia conocida como "el fuego de San Antón" que arrasó Europa durante los siglos X y XI.
Vista desde San Antón hacia el camino |
Continuamos por carretera.
Castrojeriz, al fondo |
Castrojeriz es una villa monumental de orígenes celtibéricos, con huellas romanas, herencia visigoda, arte cristiano y mudéjar, ambiente medieval y vinculación hospitalaria hacia la peregrinación compostelana. En la salida de la villa comienza la popular cuesta de Mostelares, puerta geográfica de la provincia de Palencia y su Tierra de Campos.
qué curiosa, acerquemos el zoom... |
El Canal de Castilla |
Una vez más la suerte se ha puesto de nuestra parte: en la comida a Carlos se le ocurrió llamar para reservar en el hostal de Frómista, que gestionan también un albergue, ambos completos. Y aquí es donde la diosa Fortuna nos echa un cable: "Os puedo dar el teléfono de... bueno... tengo una casita, que os puedo alquilar por 60€" -le propone la dueña, cuando Carlos le dice que somos un matrimonio.
A las puertas del Hostal |
Muchas casas son de barro |
Seis y media de la tarde cuando llegamos. La casa nos viene fenomenal, a parte de un saloncito, cocina y dos habitaciones, tiene lavadora y tiene patio... ¡un lujo!.
No subir al Alto de Mostelares nos ha supuesto que ahora tenemos pendiente la ruta del Canal de Castilla, pero en ese momento nos pareció una decisión acertada. Si hubiésemos subido por el camino no habríamos tenido tiempo de hacer la colada, asear a las gorditas...
Pero qué guapas quedaron... |
A las nueve menos diez lo intentamos en Los Palmeros, un restaurante coqueto, pero nos dicen que "lo tienen todo completo". Nos hemos quedado con las ganas, así que también lo anoto en "Cosas Pendientes" y lo intentaremos de nuevo cuando volvamos a Frómista.
Hemos optado por el picoteo de Venta Bofard, que nos había aconsejado nuestra casera, donde hemos cenado requetebien. Llamándose "Bofard" no nos podía faltar en la mesa el queso, que parece llamar al jamón casi sin quererlo. En tierras palentinas sería pecado no tomar su deliciosa morcilla. Y era menester acompañar todo esto con una copita de un buen Ribera del Duero.
Habiendo llegado a Palencia, no se nos ocurre nadie mejor a quien dedicar la etapa de hoy que a unos palentinos, y magníficas personas, que conocemos: a la sra. Agus, a Mercedes, y a Valeriano.
Que no durmamos en albergues no significa que nos vayamos tarde a dormir. Hoy son las 22:30 y estamos a punto de caramelo. Mañana es la etapa más larga que hemos previsto hacer en el Camino: Frómista-Mansilla de las Mulas. 101 kilómetros. Hay que aprovechar estas tierras llanas.
Hoy, mirando las marcas del sol en nuestras manos y caras el pensamiento es: "Pues sí que tenemos pinta de peregrinos".
Y se me ha ocurrido también lanzar un mensaje que valga para todos, vayan a pie, en bici, a caballo, con mochila, sin mochila, con alforjas, sin alforjas, en taxi o en bus, en...; por motivos religiosos, por motivos culturales, por que les sale de...:
"Peregrino, hay muchas formas y motivos de plantear El Camino, y tan bueno es el tuyo, como el del otro, como el mío; Elogia tu camino, pero respeta el de los demás, que todos somos lo mismo, peregrino"
Hemos optado por el picoteo de Venta Bofard, que nos había aconsejado nuestra casera, donde hemos cenado requetebien. Llamándose "Bofard" no nos podía faltar en la mesa el queso, que parece llamar al jamón casi sin quererlo. En tierras palentinas sería pecado no tomar su deliciosa morcilla. Y era menester acompañar todo esto con una copita de un buen Ribera del Duero.
Habiendo llegado a Palencia, no se nos ocurre nadie mejor a quien dedicar la etapa de hoy que a unos palentinos, y magníficas personas, que conocemos: a la sra. Agus, a Mercedes, y a Valeriano.
Que no durmamos en albergues no significa que nos vayamos tarde a dormir. Hoy son las 22:30 y estamos a punto de caramelo. Mañana es la etapa más larga que hemos previsto hacer en el Camino: Frómista-Mansilla de las Mulas. 101 kilómetros. Hay que aprovechar estas tierras llanas.
Hoy, mirando las marcas del sol en nuestras manos y caras el pensamiento es: "Pues sí que tenemos pinta de peregrinos".
Y se me ha ocurrido también lanzar un mensaje que valga para todos, vayan a pie, en bici, a caballo, con mochila, sin mochila, con alforjas, sin alforjas, en taxi o en bus, en...; por motivos religiosos, por motivos culturales, por que les sale de...:
"Peregrino, hay muchas formas y motivos de plantear El Camino, y tan bueno es el tuyo, como el del otro, como el mío; Elogia tu camino, pero respeta el de los demás, que todos somos lo mismo, peregrino"