sábado, 8 de octubre de 2011

2ª Etapa: Cizur Menor-Estella

Durante el Camino, como el retraso en actualizar el blog ya era monumental y todo el mundo sabía por donde andábamos, gracias a las llamadas telefónicas o vía SMS..., decidí ir escribiendo en un cuaderno a modo de diario   (que es lo que veréis así escrito, siendo éstas las "noticias frescas" de que hablaba en la 1ª etapa) y ponerlo al día y ampliarlo cuando llegara a casa (que es lo que veréis así marcado).

Bitácora del Martes 20 de septiembre de 2011

Recorrido: Cizur Menor-Estella
Kilómetros: 45 + 4 de I.V.A
Tiempo dando pedales: 4 horas y media

Dormir en un albergue ha sido toda una experiencia. Fue una buena recomendación la que nos hicieron, pues los baños y las duchas muy limpias y las sábanas y la almohada también. La cama bastante cómoda -si bien es cierto que nosotros dormimos en cualquier sitio (Carlos me está corrigiendo: que yo duermo en cualquier sitio, ajajajajajaja, dice que soy "su ídola"). El recinto de este albergue es bastante amplio y nos ha gustado mucho. Acoge a unos 52 peregrinos aproximadamente, repartidos en 4 habitaciones. Estaba lleno, a nosotros nos acopló en la habitación número 4 y tuvo que sacar dos camas adicionales, al menos, no tuvimos que dormir en litera.

Ha habido ronquidos, pero nada que no se pudiera soportar, con lo cual no hemos usado los tapones.

Aunque un poco antes ya estábamos despiertos y, al igual que el resto de nuestros compañeros de cuarto, guardando y vistiéndonos, hasta casi las 07:00 no han dado la luz. Nos hemos terminado de asear y a las 08:30 (hora a la que todo el mundo debía estar fuera) estábamos en la calle.
Hoy las alforjas se han dado algo mejor, aunque se sigue empleando más tiempo del deseado.

Como cuando nos hemos levantado hacía bastante frío, sumado al día de lluvia de ayer y al recuerdo del frío que pasamos, nos hemos abrigado bastante. Al salir el día estaba soleado y prometía calor, aún así (por si acaso) hemos aguantado con la ropa.
Y hemos empezado a dar pedales a las 09:15 bien desayunados y bien abrigaditos.

Nada más salir del pueblo, a poca distancia quiero decir -muy poca-, comienza un caminito a subir que ¡madre mia! ¡qué camino!. Y como estaba cantado, ya desde ese momento empezamos a sudar. Nos hemos deshecho de la ropa y en ese preciso momento nos hemos dado cuenta de que esta mañana, por supuesto,  ni pasarse nos por  la cabeza echarnos crema solar (ni siquiera dejarla a mano).

He notado que yo tengo problemas con el plato pequeño en los caminos -será mi inexperiencia-, unido al hecho de que hay mucha gente caminando, he decidido empujar a la gordita desde el principio. Carlos ha intentado subir algo más, pero ha llegado un momento en que también se le ha hecho imposible. Y empujando, empujando... hasta el alto del Perdón. Algunos tramos se convierten en muy peligrosos al estar en bajada con piedras movedizas.
yo aprovecho mi circunstancia de "empujadora de bici" para sacar fotos

Acerco el zoom y... ¡ahí está mi chico!
Una señora muy amable me pregunta si quiero que me saque una foto... ¡venga!
Y yo saco la primera panorámica, mirando hacia atrás
queda poco para tomar aire en una primera paradita. Carlos ya está arriba, esperándome. Yo estoy hasta las narices y aún queda mucho
Carlos me indica donde tenemos que subir
Y a mi me tiemblan las piernas; el chico lo intenta, pero desiste al minuto "es imposible" -asegura.
Paramos a echar una foto al hito y llenar bien los pulmones de aire, cuando para uno que subía, al loro, corriendo, y nos dice que la subida se hace algo más suave para empujar la bici por el camino que sale a la derecha del mojón. Mil gracias le enviamos desde aquí, porque efectivamente era algo más suave.
Carlos me dice que ya queda poco

Así que venga... ¡empujemos otro poco!

parada para coger aire, la última rampa es espectacular. Mientras Carlos se fuma un cigarro...

Yo saco otra panorámica. Cada vez se ve todo más chiquitito
ésta para que veáis que Carlos también la empujaba, jeje.
Una vez en el alto y tras descansar un tiempo prudencial, disfrutando del paisaje (ya sólo por esto ha merecido la pena) y hacernos las fotos de rigor con las figuras metálicas de los peregrinos que lo adornan -y que, por lo visto, miran al oeste-, decidimos "jugárnosla" en la bajada. 




Esta imagen me pareció hermosísima


Un paisano nos advierte que el camino de bajada es verdaderamente difícil, que para las bicicletas, mejor por carretera. Así lo hacemos ¡menos mal!. Ésta ha sido espectacular, nunca he puesto yo la bici a esa velocidad -Carlos dice que ha habido tramos de 53 kilómetros hora- Uff!!!

Cuentan que la subida al alto del perdón era muy temida por los peregrinos de antaño porque el diablo se disfrazaba de mendigo e incitaba a los caminantes a renegar de la fe y abandonar la "ruta de las estrellas" -y yo subía pensando ¿y es que hacía falta que el diablo los tentara?; o como nos dice un chaval que, tras intentar subir en el tramo donde empieza a ser más difícil "¿qué es lo que he hecho yo hoy, para merecer esto?" (y los tres nos reímos, eso sí)

En Puente la Reina nos recibe un bar y a nosotros no nos gusta hacer feos, a parte el hecho de que son las 13:00 y es hora del avituallamiento. Un pincho de tortilla y una cervecita reponen nuestras fuerzas en la sidrería Ilzarbe.

Para que conste: no sólo hacemos este tipo de paradas. Hemos intentado ver el Templo de Santa María de Eunate, pero estaba a tomar por c... y cuesta arriba. Son los kilómetros de I.V.A, cortesía de nuestro guía, Juanjo Alonso (el kapitán pedales) que escribe en su libro, que es para todos los niveles: "Antes de llegar a Puente la Reina, y en bici no cuesta nada, visitar el Santuario de Santa María de Eunate" -todo esto después de subir, y bajar, el alto del Perdón (que él bajó por el camino y del que cuenta: "el primer tramo del descenso del puerto es muy técnico y peligroso ,después las cosas se ponen mejor y antes de llegar a Uterga discurre por buenas pistas de tierra hasta las cercanías de Puente la Reina..." y que traducido a nuestro nivel quiere decir "te vas a dejar los cuernos en esta bajada"; no dice nada de que las bicis mejor por carretera o al menos para los niveles "menos técnicos". En cualquier caso, queremos transmitirles nuevamente desde aquí mil gracias a aquella pareja que encontramos y nos aconsejó)

Tras pedalear por los caminos de vuelta del monasterio, hemos visto plantaciones de sabrosos y apetitosos pimientos -cuya época es ahora-, que nos han abierto el apetito, por lo que hemos decidido comer aquí y no esperar tal y como teníamos planeado.
Con los ojos puestos de nuevo en Puente la Reina

En temporada
Una Iglesia, la de San Cernín, creo
El puente, románico, precioso.
Una calle de bares, antes de llegar al Puente, pues en éste mismo. Le hemos pedido a la camarera. Llegados a este punto hay que decir que la gente de Navarra simpática, lo que se dice simpática, no es. y... ¿el qué? como no lo vais a adivinar ni en un millón de años, os daremos una pista: empieza por "chis" y acaba por "torra", ajajajajajajaja, sí, eso mismo pensamos nosotros, ¡increíble!
Tremendos!!

Me encantó esta calle

con sus casas

Y sus callejones
Estaban preparando las calles para las fiestas y la suelta de vaquillas por las calles ese mismo fin de semana.
En el café nos da conversación un paisano, aficionado a la bici también, y nos da noticia de que aún nos quedan dos puertecillos antes de llegar a Estella, uno en Cirauqui, y bueno el otro es una cuestecilla más bien, en Lorca. Unas dos horas y media.
Una hora y media, como mucho, había calculado Carlos, pensando él (y pensando yo también), que lo peor ya había pasado y que llegar a Estella sería poco más que un paseo. "Buah! ¡éste está pedo!" -pensamos mientras nos despedíamos de él, y nos dijimos mientras, sin hacerle caso de atravesar el Puente, dábamos un rodeo por el pueblo hasta enganchar la carretera.
un adiós al Puente antes de dejar el pueblo
El Puente la Reina en el siglo XI se conocía como Ponte de Arga o Ponte Regina, nombre que le viene de la reina Doña Sancha, esposa de Sancho el mayor, quien levantó un puente de seis arcos sobre el río Arga, para favorecer el paso de peregrinos jacobeos.


Prácticamente unos metros después de abandonar el pueblo se inicia una subida ¡ay madre! ¡que no estaba borracho! y gracias a él que no pensamos que nos habíamos equivocado.
Por cierto, que el tío clavó las dos horas y media.


El primero me costó un triunfo, pero la cuestecilla de Lorca fue la puntilla.
Confieso: me subí a la bici para echar la foto, en ese trozo ya iba empujándola

Al fondo, Cirauqui
Ahora en primicia (no tengo foto, porque tenía descargada la batería) Carlos escribe: la Carmela ha subido bastante bien el primero (con paradas, pero bien); el segundo (apretaba el calor de cojones), le empezaron las dudas, pero bien y hubo un comentario gracioso "Tiro la bici y después me tiro yo". Al final no fue mal y llegamos a Estella. Toda una campeona.

La mayor decepción de hoy -incluso que las cuestas- ha sido a la hora de cenar. Tras maquearnos un poco hemos dado un pequeñísimo paseo por el pueblo y hemos buscado un sitio donde tomamos una cerveza a la llegada, porque hoy habíamos decidido pegarnos un "homenaje", una parrillada o algo así, en este Restaurante que anuncian como "Horno". No eran ni las nueve de la noche y la camarera nos ha dicho que ya tenían la cocina cerrada ¡ups! ¡pues vaya!. Hemos acabado en uno, que estaba unos metros más metido en el pueblo, y que a la pregunta ¿se puede cenar? nos han respondido (mirando el reloj y con dudas de decirnos que sí) "sólo raciones". Bueno, pues sólo raciones.

Un poco quemados, y no sólo del sol -que, como podréis imaginar, nos ha achicharrado-, nos hemos ido a dormir. Cansados, muy cansados. La etapa prevista para mañana es Estella-Logroño, 54 kilómetros de nada. Y que ya Carlos me ha dicho que comienza en subida ¡qué bien!

1º pensamiento del día: ¿dónde está la lluvia?
2º pensamiento del día: Aquí tiro el saco y aquí me quedo -en Lorca, a pocos kms de Estella, y en una zona de exclusión al tráfico, pero en la misma carretera.
3º pensamiento, y ganador, del día: Bueno, lleguemos al hostal y a ver qué pasa... -a 4 kms. de llegar y habiéndome repuesto un poco- ... que mañana será otro día.

Y es este pensamiento el que me ha hecho acordarme de mi hermana: que veas que sigo viva, ajajajaja, y le queremos dedicar esta etapa a Elena y Jose.

¡ah! se me olvidaba... hubo un 4º pensamiento del día: ¡¡qué pesadas están las moscas!!

4 comentarios:

  1. Poquito a poco he ido leyendo tu diario, rico, sencillo, emotivo y divertido ...con esa espontaneidad que te caracteriza cuando escribes.
    ¡Cuánto me alegro que te gustara Puente la Reina! A nosotros nos encantó y esa calle que tú nombras también; bueno, la única calle que atraviesa el pueblo hasta llegar al puente donde despedí a mi "caballero andante" de madrugada.
    Las fotos muy bonitas.

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  2. gracias Elvireta! Nos gustó muchísimo Puente la Reina, y de madrugada debe ser espectacular con esos tonos rojizos que describía Joseph en tu blog, nosotros hasta que no se veía algo más no hemos salido ningún día.

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  3. ¡ah! sí, sabía que se me olvidaba decirte algo más. He leído y visto de nuevo en tu blog el alto del Perdón que lo recordaba verde ¡te has fijado qué diferente se ve ahora! ¡cómo han cambiado los verdes por los amarillos!

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  4. Carmen, yo también he releído las dos etapas para que no se me escape nada. He recordado el pueblo de Los Arcos, allí fui a la pelu. El Camino también me dejó ponerme guapa; en Logroño dormiríamos en casa de unos amigos.
    Ahora que dices lo del alto del Perdón, sí que me he fijado; piensa que nosotros fuimos en mayo y el campo y el monte estaba precioso.
    También pensaba en las viñas, las mías empiezan a cubrirse de otoño; no sé vosotros cómo las visteis. Te mando un aire fresquito desde Teruel.

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